Restauración de un violín de 7/8 prob. s. XIX en Austria, autor desconocido
Violín profusamente decorado en tapa y fondo. Comprado de segunda mano en Austria hace décadas por un familiar de la propietaria. El trabajo parece bastante bueno y quizás fuera un encargo especial dada la decoración tan inusual.
Presentaba varios problemas, siendo el más grave de ellos las 3 rajas que presentaba en la tapa. Además había que sumar el puente rajado y vencido, la cejilla retocada varias veces con muy poca fortuna, las clavijas pasadas y rajadas, el botón roto y, en general, un aspecto bastante desesperanzador en el barniz. |
El primer paso fue abrir la tapa y examinar con detenimiento las rajas. Sorprendentemente la más grande coincidía con un túnel excavado por algún tipo de xilófago que, desde luego, se había tomado muy en serio su misión en esta vida. Otro exámen a contraluz mostraba más desperfectos en otras áreas de la tapa, aunque no quedaba ni rastro de insecto alguno.
Desinfecté a conciencia todos los túneles y pegué las rajas, incluídas otras que aparecieron al abrir la tapa y que desde el exterior eran inapreciables. Los refuerzos fueron hechos con tela de buena calidad y cola caliente. Vertical Divider
|
Restauré el barniz de la tapa antes de encolarla, pues el batidor molestaría más tarde, puliendo y "estirando" el barniz original. Seguidamente encolé la tapa y seguí puliendo el resto de la caja. Observé también que el batidor había sido barnizado ligeramente, lo que le daba un aspecto "plástico" bastante feo.
Vertical Divider
|
Acuchillé la capa hasta dejar al descubierto el fino ébano del que estaba hecho, que pulí con lana de acero y un poco de aceite. El tacto nuevo había quedado sorprendentemente suave. La cejilla era bastante alta, lo que me daba margen de sobra para tallar una nueva con las medidas buenas y sin tener siquiera que desencolarla del mango.
|
Instalé unas clavijas nuevas y un botón a juego, lo más parecido al original. El alma estaba también bastante machacada y pasada de altura (estaba forzando la tapa), con lo que hice una nueva. Solo quedó poner un puente, tensores y cuerdas nuevas (lo de solo es un decir), y el instrumento estaba sonando de nuevo tras años de abandono.